2015-12-08

SUMI-E ( XXXVIII )






ARTE Y TRIBUS URBANAS



“En uno de sus libros clave, El tiempo de las tribus, Maffesoli planteó el concepto de “tribu” que sirvió de base en todo el mundo para el estudio de esos grupos juveniles, a veces rebeldes. Este profesor de la Sorbonne planteó entonces que el eje fundamental de estas nuevas agrupaciones gravita sobre una contradicción básica y característica de la sociedad moderna: el auge de la masificación versus la proliferación de microgrupos, es decir las tribus urbanas como una respuesta al proceso de “desindividualización” propio de las sociedades de masas, cuya lógica consiste en fortalecer el rol de cada persona al interior de la agrupación.” (Hector Pavon en CLARIN 4-02-2013)





Curiosamente el vehículo privilegiado, el medium, por el cual los vínculos idéntitarios suceden tanto en la religión como en las tribus urbanas estudiadas por Maffesoli, suelen ser articulados desde, con, y a través de los fenómenos artísticos.
Maffesoli habla con total acierto en términos religiosos (del latin religare : unir, Juntar) acerca de las tribus urbanas. esos nuevos nodos de vínculos idéntitarios de la sociedad postmoderna. En la universidad, el profesor de semiología, nos decía que lo trascendente es la red. Y nuestro autor pone énfasis en la unidad de los individuos en redes idéntitarias, la necesidad de sentirse perteneciente a una red y de esa forma religado, unido, junto.
 Todos sabemos que estas redes, que no sólo posibilitan, sino que fundan, lo social, necesitan de los rituales en su articulación. Los rituales posibilitan que todos los individuos participen en ellos y de esta forma se manifiesta la aceptación y la inclusión voluntaria de los individuos 




en el grupo. En los rituales los individuos escenifican con sus cuerpos, con sus movimientos, con sus voces, que aceptan la unidad de grupo de buen grado, la ratifican. Los rituales son escenificaciones de la ratificación y el consenso, y por medio de ellos la red se hace visible, la red toma formas, colores, sonidos. Los conceptos abstractos como son las regla sociales o las creencias espirituales se hace tangibles, presentes, se actualizan.




Estos rituales, en todas las partes del globo, se realizan por medios artísticos, estéticos. El arte es el lugar privilegiado donde se realiza la identidad grupal. Entre los pueblos aborígenes esta relación es siempre muy evidente. Las normas sociales y los vínculos idéntitarios de clanes provienen de los relatos cosmogónicos, de la mitología. Y ese tiempo fuerte del mito necesita ser actualizado por medio de los rituales, que consisten en el representaciones de los mitos a través de la música, las pinturas corporales, las danzas, las máscaras, las canciones ...en definitiva a traves del arte.
En las sociedades occidentales del siglo XXI, los jóvenes crean sus vínculos identitarios tanto como sus normas morales a través de manifestaciones artísticas muy parecidas a las señaladas anteriormente.



 Maquillajes corporales, tatuajes, piercings, canciones, ropa, graffitis, son perfectamente identificables en los conciertos de rock. Estos conciertos son auténticos rituales en los que se produce una comunión, un vínculo identitario. No en vano Maffesoti emplea la palabra" tribu ": El empleo de drogas y música para lograr un éxtasis colectivo es común tanto a las culturas primitivas como las culturas urbanas del siglo XXI. Y en uno y otro caso el médium privilegiado para manifestar el consenso y la identidad grupal son las manifestaciones artísticas como la música y la danza.




En el rock de los años 60, el movimiento hippy, las letras de sus canciones, las vistosas ropas, los peinados, todos ellos elementos estéticos, vehiculizaron los cambios sociales y políticos, en el terreno, por ejemplo, de las costumbres sexuales y también en el terreno de un acercamiento a lo trascendente, a lo sobrenatural, -en definitiva a lo que antes estaba reservado a lo religioso- por medio de las drogas psicodélicas.

las manifestaciones artísticas, por tanto, jugaron un papel decisivo en los cambios ideológicos y sociales de los que ahora somos herederos. Fue una auténtica revolución social cuya continuación son las tribus urbanas actuales, y su papel identitario y de producción de redes, de consenso y por lo tanto responsables de procurar un funcionamiento de la sociedad de masas dinámico y sin roces.

En las sociedades primitivas, que funcionan por medio de clanes, estos proporcionan un lubricante social que disuelve tensiones y propicia la cooperación entre distintos grupos. 
Es lo que Maffesoli denomina la "ley del secreto " de los grupos estancos, pero que a la vez propician la circulación entre las distintas tribus urbanas. Las unifican y las refuerzan y a la vez son permeables. Exactamente igual a como funcionan los sistemas de clanes por ejemplo entre los aborígenes australianos.