2021-06-13

ORGASMO CELULAR

 

Estoy leyendo un libro sobre yoga y me ha venido el recuerdo de la experiencia que tuve cuando tenía 17 o 18 años ( 1987-88). Pienso que es bueno que la escriba en sus detalles antes de que el tiempo vaya borrando el recuerdo de una experiencia tan singular.


Había estado a la tarde de pira de la particular de inglés o quizás habíamos celebrado uno de aquellos cumpleaños con Alicia (la profesora particular de inglés).el caso es que había bebido Kalimocho y luego fuimos al parque , y en los pórticos del zelay aristi, (El cine), fumamos un porro. Cuando volví a casa, me di cuenta de que estaba bastante ciego, mas bien muy ciego, con los ojos enrojecidos, y no quería ir a la cocina a cenar para que mis padres no vieran que había fumado hachís. Por tanto me metí directamente en la cama. Pensé en realizar un ejercicio de respiración y relajación. empecé a inspirar con el abdomen y a dirigir la respiración a la base del abdomen, notando una sensación en la zona de la base de la columna vertebral. La energía que recibía con la inspiracion llenaba el abdomen y llegaba hasta la zona cercana al ano. Cuando inspiraba creo recordar que me concentraba mi atención en que el exterior, el aire, el mundo, lo que no era yo, entraba por mi boca o mi nariz. Era un pensamiento de que el aire, la atmósfera, (como mundo, como lo exterior a mi) penetraba en mi interior a través de la respiración y volvía a salir a través de la expiración. Era lo que yo pensé que era la relación del cuerpo con el mundo en cualquier momento de la vida, era una ingestión del mundo, que entraba en mi cuerpo y tras dejar en mí lo indispensable para mi vida, la energía, volvía a salir de mi, para volver a entrar de nuevo. Mi atención entera se concentraba en la respiración. Desde que naces, pensé, lo que te mantiene vivo es la respiración, es lo que mantiene en contacto permanente el interior -el yo- y el exterior -el mundo-;

Por tanto decidí sentir plenamente esa relación que se establecía entre yo y el mundo a través de la respiración. Inspiraba, (mi vientre se hinchaba) y pensaba-sentía en el mundo (la atmósfera) entrando dentro de mí dándome vida. Expiraba y pensaba-sentía en el mundo (la atmósfera) saliendo fuera de mi. de esta forma, sólo pensando en esto: entrar-salir; respirar-expirar: mi cuerpo se va relajando por momentos. primero sentí conciencia de mis brazos que yacían inertes, sin tensión, lo mismo mis piernas, también mi tronco y también la cabeza.

Según iba avanzando en la relajación empezaba a notar que las piernas y los brazos se indiferenciaban del cuerpo, para formar una unidad en la respiración. Plenamente sentía que yo era sólo respiración, dos ritmos, uno me llenaba y otro me vaciaba. Empezaba a sentir una sensación agradable por todo el cuerpo: era una unidad (sin extremidades y tronco, una sola pieza que respiraba).


Al cabo de un rato de ser consciente de ser una unidad respirante, con cada ritmo (inspiración y expiración), notaba una cosa en mi cuerpo-unidad, y era que notaba que al inspirar mi cuerpo se elevaba unos centímetros, como si flotara al llenarse de aire y cuando expiraba, mi cuerpo bajaba y se hundía en el colchón. Era todo un ritmo de llenarse-vaciarse unido a flotar-hundirse.


Mis pensamientos estaban concentrados solamente en este ritmo positivo- negativo (yin-yang) Pero empecé a visualizar imágenes. Eran imágenes triviales, como si viese una película, y con la curiosa cualidad de que una imagen sucedía a la anterior justo al ritmo de la respiración. Cuando inspiraba veia una imagen, por ejemplo un hombre pescando y cuando expiraba cambiaba la imagen por otra pero que tenía cierta relación con la anterior, por ejemplo veia un río desde lo alto. Al volver a respirar cambia la otra imagen, pero que tenía algo que ver con la anterior por ejemplo un molino de agua. Al expirar visualizaba otra por ejemplo un campo de trigo y así sucesivamente cada inspiración y expiración iba unida a la sensación de mi cuerpo como una unidad subiendo y bajando leve pero de forma que se notaba claramente, y a la vez todo esto unido a sucesivas imágenes que sucedían unas a otras con toda naturalidad y sin ningún control consciente.


La sensación de flotar y hundirse del cuerpo con la energía que entraba y salía de mi cuerpo era muy, muy placentera y estaba completamente relajado, tanto que no sentía ni brazos ni piernas como ya he descrito. En un momento dado las imágenes creo recordar que cesaron y empecé a sentir que la inspiración y la expiración formaban una unidad. Ya no era patente la separación entre entrada y salida del aire, como con un corte, sino que era un fluir continuo. El mundo que entraba en mi interior (aire) y el mundo que salía al exterior de nuevo se unificaron y entonces sentí claramente un sensación por todo el cuerpo: era como un orgasmo, pero no en la zona genital, sino que era como si cada célula de mi cuerpo, cada punto de todo mi cuerpo tuviese una sensación de orgasmo a la vez. Una sensación de orgasmo muy potente, un extasis total. Esta sensación hizo que ya no sintiesen mi cuerpo como antes sino que era como si se hubiese expandido, llenando toda la habitación, era como si los límites entre yo y el mundo se hubiesen roto y formasemos una unidad. Sentí que no había yo (cuerpo) interior y mundo exterior, sino que éramos una unidad. Esa unidad que notaba que era mi cuerpo con el exterior era la que me creaba ese éxtasis en todo el cuerpo. Era algo físico totalmente, era una sensación como si mi cuerpo , cada zona de mi cuerpo cada milímetro de mi cuerpo, estallase en un orgasmo que era el sentirme indiferenciado con el exterior.


Como no sabía muy bien a donde me podía llevar esa sensación orgásmica , volví conscientemente a centrar mi atención en mi cuerpo tumbado en la cama y todo volvió a la normalidad. Fue una experiencia única que no he vuelto a tener pero que recuerdo perfectamente.”.


David Elgea    6-1-2001