La arena de estrellas está formada por
esqueletos de carbonato de calcio de un organismo unicelular llamado
foraminiferas, que sólo se encuentra en unas pocas playas del
archipiélago de Okinawa,en Japón.
Las fotografías que siguen son
ampliaciones al microscopio de una muestra de arena de la isla de
Taketomi, en Okinawa.
También podemos ver en las fotografías
de más abajo, granos de arena de las playas de Haeundae, Busan,
Corea del sur.
Disfrutar de la belleza de estos
minúsculos granos de arena, nos es posible gracias a las prótesis
ópticas Como microscopios y cámaras fotográficas, que aumentan el
poder de nuestros ojos y convierten lo micro en macro.
Observar a través de un microscopio
cosas tan cotidianas y que pasan tan desapercibidas, como el polvo o
la arena que hay bajo nuestros pies, Es un ejercicio de
redescubrimiento del mundo, es recuperar el asombro por el mundo de
cuando éramos niños.
Los trozos de coral, foraminiferas,
Moluscos, erizos de mar, algas, esponjas etc, Son molidos y
redondeados día tras día, ola tras ola, Por la fuerza incesante del
mar, que como un fuelle, va desgastándolos hasta convertirlos en
minúsculas partículas redondeadas.
El fuelle del mar que redondea la
materia a través de las olas, participa de la misma fuerza cósmica
que arremolina y va juntando en redondas órbitas el polvo
procedente de la explosión de antiguas estrellas, hasta convertir
giro tras giro, milenio tras milenio, el polvo de estrellas en
gigantescos y redondos planetas.
El fuelle del cosmos, expande y
contrae, junta y separa, agrega y disgrega, Inspira y expira, en un
movimiento circular Incesante: En una respiración.
En la respiración, que es expansión y
contracción, el microcosmos que es nuestro cuerpo se asemeja y se
identifica con el macrocosmos de los grandes espacios interestelares,
Que al contraer y agregar grandes nubes de polvo y gas forman las
estrellas y planetas, que más tarde volverán a convertirse en polvo
estelar cuando la estrella se expande, explota y disgrega. El universo respira.
Las estrellas del firmamento, y las
estrellas de la arena de Okinawa, participan en la danza cósmica de
la expansión y la contracción, de la agregación y la disgregación,
del flujo y reflujo de las olas y del polvo cósmico.
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