Una mañana ociosa
deslumbrante de sol,
sentado en el patio,
embriagado de resina
de las montañas de
marruecos
cierro los ojos,
y observo la luz filtrada
por los párpados
cerrados.
Nubes naranjas y amarillas
cambian, mutan, se mueven
lentamente
se expenden y contraen
ante mis ojos cerrados.
Poco a poco, entre las
nubes
de colores,
van apareciendo finas
líneas
formando un patrón
de lineas de luz.
Veo triángulos, círculos,
grupos de triángulos
rodeados de círculos
en un diseño intrincado,
de una geometría
perfecta.
Extasiado lo contemplo
durante unos segundos.
Líneas, luz, nubes de
color.
Abro los ojos y
desaparecen.
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