2006-01-09
IDENTIDAD Y DIFERENCIA
Los centros, los circulos, tienen la curiosa propiedad de la repeticion, la ubicuidad.
Gilbert Durand
El universo nos ofrece una explosion ilimitada de formas
La infinita multiplicidad de las formas del universo, sin embargo, nos ofrece estructuras estables que se repiten. Se trata de dos fuerzas complementarias que actuan dondequiera que miremos. Estas dos fuerzas son la repeticion y la diferencia, la masa y el individuo, la homogeneidad y la diferencia.
George Simmel, hablando de la sociedad, lo definia como:
- afan de cohesión y copertenencia y
-formas de vida nuevas y propias
la primera hace que los individuos quieran ser y hacer lo mismo que los otros .
la segunda hace que los individuos quieran ser unicos, con unas formas de actuar propias, individuales.
son las tendencias que crean la tension entre la igualacion social y el contraste individuales. Anhelo de cohesion y afan de individualizacion.
Estas dos tendencias se ven claramente en el fenomeno de la moda, por ejemplo, y es una tension caracteristicamente moderna. La moda hace que la gente siga patrones parecidos segun la temporada o el colectivo social al que pertenezca. es un distintivo de clase social o de identidad de grupo ( tribus urbanas etc.). pero a la vez la moda propone al individuo distinguirse del resto, tener personalidad propia, llevar un look personal, unico.
Esto nos podria llevar a hablar de lo local y lo global, tan de actualidad. vivimos en un mundo en el que el modo de vida capitalista se extiende por todo el globo, o al menos lo hacen los modos de produccion y consumo, y a la vez las regiones, los localismos reclaman su individualidad y su personalidad propia
Por supuesto esta tension ontologica no solo se da en los fenomenos sociales, humanos, sino que aparece en la propia estructura del universo, es por tanto ontologica.
Las bellas formas de los cristales de nieve, son un ejemplo. Todos participan de una forma, una estructura común. Y a la vez no existen dos cristales de nieve idénticos..
La forma del cristal de nieve, su estructura, se debe a que las moléculas de agua, a escala atómica, presentan la misma simetría hexagonal que la estrella de nieve que conocemos. A pesar de esta estructura atómica idéntica en todos ellos, los cristales de hielo, son
distintos porque en cada cristal las condiciones locales son distintas y su cristalización da formas con la misma estructura pero diferentes entre sí. Esto nos enseña que no hay dos momentos idénticos, ni dos condiciones atmosféricas iguales, incluso en el espacio y de 1 metro dentro de una nube, donde se forman los cristales de nieve. Cada uno tiene su propia historia que contar.
Observar estos cristales de nieve que os presento, es muy interesante,
y esto es así precisamente por el placer que suscita no encontrar nunca dos idénticos. La tensión entre lo individual y lo colectivo, entre el orden de las leyes naturales, y la aleatoriedad de las condiciones individuales, es el encanto de la vida, del universo.
Otro factor por el que encontramos interesante observar estos cristales de nieve es el encanto formal del límite, el atractivo del límite. El límite lo entiendo como el momento en el que se pasa de una forma a la siguiente, la sutura y la fisura que existe entre un elemento individual y otro. El límite une a la vez que separa.
la filosofía china, el taoísmo resuelve esta tensión con el concepto de vacío, un vacío lleno de potencialidad, que en absoluto se refiere a la nada, sino que es el vacío el que hace posible la plenitud y se sitúan estratégicamente entre el pez blanco y el pez negro que forman el yin-yang, dotándolos de movimiento. Es lo que hace moverse al universo. (según el tao te King, es su vacío lo que le da utilidad a la jarra, es su vacío lo que le da utilidad a la puerta, por tanto es un concepto de vacío que posibilita y llena de potencialidad a los objetos que pueblan el mundo).
La belleza del límite, el límite entré yo y el tu, el pegamento que une y separa, y que provoca el asombro ante la belleza de la diversidad y el orden de la estructura común.
otro de los atractivos de estos cristales de nieve, es su simetría, su perfección geométrica, por la cual crece con la misma forma desde el centro hacia sus seis lados. Esta perfección geométrica da que pensar, ya que si nos fijamos bien, sus brazos no son perfectamente idénticos, sino que por efecto de las diferencias locales en la formación del cristal, tienen ligeras diferencias dentro de un patrón idéntico. Si trasladamos, como hemos hecho antes de las formas surgidas en la naturaleza, al individuo o a la sociedad, veremos cómo dentro de cada individuo existen diferencias en su seno, digamos que son las distintas facetas de una persona, el individuo o el grupo social no es idéntico a sí mismo, sino que participa en sí mismo, en su interior, del hecho de la diferencia. Ni los individuos ni los grupos sociales son monolíticos, existen diálogos internos, contradicciones, límites y suturas que posibilitan el movimiento, el cambio, la adaptación.
La perfección geométrica en la naturaleza, se llama imperfección. El rostro humano es simétrico pero no del todo, esa es su belleza. Una simetría, una geometría, un individuo, un grupo humano, perfectamente simétrico y geométricamente perfecto e idéntico a si mismo, sin diferencias, ni diálogos internos no podría existir, tal y como nos lo muestran estos cristales en su estructura perfectamente simétrica y perfectamente desigual.
Las variaciones locales dentro del individuo, el grupo social, o el cristal de nieve inevitablemente provocan la mutación, la transformación, la evolución, la diferencia.
la perfección, si seguimos el ejemplo de la naturaleza y del cosmos, es imperfecta, ligeramente asimétrica, dejando espacio para la transformación y el cambio.
Sólo lo artificial, el producto de una máquina, es perfectamente simétrico e idéntico.
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